Los administradores de edificios deben cumplir con regulaciones para mantener a sus elevadores seguros, pero los usuarios también debemos contribuir.La seguridad y eficiencia en elevadores obedece a varios factores.
Una parte de ellos es responsabilidad de los administradores de los edificios en que operan (y las autoridades locales que los supervisan), y la otra de quienes viajamos en ellos habitualmente.
Regulaciones estrictas
Las regulaciones en elevadores son estrictas precisamente para garantizar que sean seguros para los usuarios. De manera que los reglamentos establecen que se les dé el uso para el cual fueron fabricados, por ejemplo, o que su número de ocupantes no exceda el peso máximo permitido.
La responsabilidad de los administradores o dueños de edificios es consultar con las autoridades locales cuáles reglas aplican para asegurarse de cumplir con ellas de acuerdo con la ley.
También son responsables de brindar a sus ascensores el mantenimiento periódico que indique el fabricante y estar al pendiente de cualquier mal funcionamiento para, de inmediato, solicitar las reparaciones correspondientes.
Mantenimiento y ahorros
Mantener en buen estado la maquinaria, los componentes y la cabina del elevador no solo garantiza viajes seguros para sus usuarios, sino también mejora la eficiencia en el consumo de energía y en los tiempos de traslado.
Para obtener los mayores beneficios, el administrador debe evaluar la antigüedad de sus ascensores y determinar si es momento de modernizarlos.
Para tomar la decisión no solo influye el costo y frecuencia de las reparaciones, sino también los ahorros en energía que ofrecen los sistemas de tecnología más avanzada.
Además, se debe considerar que los ascensores modernos, o los que reciben buen mantenimiento y son reparados oportunamente, no sufrirán fallas que representen molestias a los inquilinos y usuarios del edificio.
Precaución y prudencia
Como usuarios, tenemos también la responsabilidad de ser precavidos y prudentes al usar los ascensores.
Una forma en que podemos colaborar es reportando cualquier deficiencia en el funcionamiento del elevador para que sea reparado a tiempo, otra es respetando los límites de número de ocupantes o peso máximo y no haciendo mal uso de los sistemas de botones.
Además, debemos evitar tratar de ascender o descender de una cabina cuando las puertas ya están cerrándose. Los sensores de puertas que detectan un objeto o persona pueden no funcionar correctamente y atrapar al usuario entre las hojas.
No solo se corre el riesgo de un mal golpe, sino que, si el ascensor se pusiera en movimiento, el peligro de lesiones más graves o de muerte es muy real.
Con base en estadísticas, los expertos afirman que los ascensores son uno de los modos de transporte más seguros que existen. Pero en realidad ninguno lo es cuando intervienen las fallas mecánicas o la imprudencia del usuario.
Como administrador de un edificio, lleva un calendario de las revisiones periódicas recomendadas por el fabricante y moderniza tus ascensores cuando lo ameriten.
Como usuario, obedece las recomendaciones para su uso y ten las mismas precauciones que tendrías al cruzar la calle, por ejemplo. Es de sentido común y por tu seguridad.