Desde sus inicios, la tecnología en elevadores ha transformado al mundo.
Gracias a su funcionalidad, los elevadores comerciales han sido un factor importante en distintos acontecimientos de la historia moderna.
Cuando se hace un repaso de los avances en la humanidad debidos a la innovación, elevadores antiguos y modernos destacan en varios momentos.
Estos son tres cambios que han sido posibles gracias a los elevadores:
1. Impulsores del progreso
Con la Revolución Industrial aumentó exponencialmente la necesidad de carbón para alimentar la maquinaria, y los primeros elevadores mecánicos brindaron la mejor solución para transportar materiales y trabajadores en los pozos de las minas.
Subir y bajar en una canastilla no era en sí una innovación en el siglo XIX (Luis XV en Francia usaba una “silla voladora” de la cual tiraba uno de sus lacayos para desplazarse de un piso a otro), pero las creciente necesidad de transportar verticalmente objetos pesados revolucionó el sistema.
Más allá de sus dimensiones y usos industriales, la incorporación de un freno de seguridad que impedía que la cabina se desplomara si se rompían sus cables hizo que el elevador fuera lo suficientemente seguro para incorporarlo a los edificios.
2. Reformadores del paisaje urbano
Si algo ha modificado el horizonte de las ciudades son los rascacielos, y estos han sido posibles gracias a la comodidad que brindan los elevadores para el transporte vertical.
Conforme se desarrollaron sistemas de elevadores más seguros para las personas, los arquitectos se sintieron libres de hacer crecer sus edificios hasta alturas antes inimaginables.
Considerando la conveniencia y facilidad de desplazamiento, hasta entonces los diseños de edificios se habían limitado a tramos de escaleras que pudieran ser ascendidas con relativa facilidad por las personas. Los elevadores rompieron con ese límite.
3. Transformadores del entorno social
Los edificios, con sus elevadores, permitieron la concentración de viviendas y oficinas en extensiones territoriales reducidas, y así transformaron a ciudades que, de otro modo, no habrían crecido mucho.
Piensa en la Ciudad de México con su superficie de menos de 1,500 kilómetros cuadrados. Sin su crecimiento vertical, sería imposible que albergara a los más de nueve millones de habitantes que tiene (sin contar áreas conurbadas).
Asimismo, su crecimiento económico se ha beneficiado del gran número de edificios de oficinas que hay.
Cuando pensamos en los elevadores, solo los vemos como un equipo que nos brinda comodidad para desplazarnos de un piso a otro o para elevar o bajar carga sin mayor esfuerzo.
Sin embargo, han sido un factor que ha transformado la manera en que trabajamos y vivimos desde más de un siglo.
Con las nuevas tecnologías aplicadas a los sistemas de transporte vertical, solo podemos esperar que sus beneficios sigan aumentando y produciendo cambios tan trascendentes como en el pasado.