Modernizar elevadores para que incorporen las nuevas tecnologías no solo ayuda a ahorrar electricidad, sino también vuelve más eficientes y rápidos los traslados de los usuarios.

Los empleados y los visitantes de los edificios de oficinas de gran altura están familiarizados con este escenario: las personas esperan en el vestíbulo, suben a un ascensor, presionan los botones de los pisos a que quieren ir y luego esperan mientras el ascensor se detiene en cada piso.

Los ascensores que tienen en su exterior solo los botones de subir y bajar solo reconocen la dirección general en que los pasajeros quieren ir. No saben el destino real de los usuario hasta que estos están en el interior y presionan los botones de cada piso, pero tampoco saben cuántas personas se dirigen a cada uno.

¿Por qué son “inteligentes”?

En edificios de oficinas y hoteles de ciudades como Nueva York, Chicago y San Francisco, la nueva tecnología está cambiando eso con el sistema de despacho de destino.

Al solicitar el elevador, las personas introducen su piso de destino en un panel de pantalla táctil y el sistema le asignan mediante letras un elevador junto con otras personas que van a la misma planta.

El ascensor se desplaza rápidamente a ese piso, saltándose las paradas en niveles intermedios, pues las personas que quieren ir a esos otros destinos son asignadas a un ascensor diferente.

El despacho de destino elimina paradas innecesarias y puede reducir drásticamente los tiempos de viaje y de espera. En un edificio de gran altura, podría incluso reducir los tiempos de viaje a la mitad. El sistema es especialmente útil para las personas que viajan a los últimos pisos de un edificio.

Reconocimiento del usuario

Algunos elevadores incluso usan lectores de tarjetas en que se puede cargar la información del piso de destino habitual. Estas tarjetas también pueden alertar al ascensor de las necesidades especiales de un usuario.

Por ejemplo, un pasajero que tiene problemas para caminar podría ser asignado a un elevador más cercano, o las puertas podrían mantenerse abiertas por más tiempo. Si alguien usa una silla de ruedas, se podría asignar menos personas al ascensor para asegurarse de que hay suficiente espacio para él. Si alguien está ciego, una grabación podría decirle la letra del elevador o su número.

Las nuevas tecnologías incluyen permiten que se integre el servicio de ascensores al sistema de calefacción y refrigeración de un edificio para que la temperatura se ajuste cuando la gente llegue por la mañana y cuando salga por la noche.

Al renovar elevadores en tu edificio, considera tanto el tráfico de usuarios como los tiempos de desplazamiento, pero también los ahorros que pueden aportarte las tecnologías que ofrecen un mejor aprovechamiento de la energía.

Todos son factores que resultarán en optimización de tiempos y menores costos.

Cta Vilobox